España es uno de los países más demandados en cuanto a turismo. Nuestra gastronomía, nuestro clima, nuestra forma de ser y nuestras ciudades están catalogadas como las mejores del mundo. No es de extrañar que todos los que vienen a nuestro país se van pensando cuando será la próxima vez que puedan disfrutar de todo lo que podemos ofrecerles.
Pero la realidad vista desde dentro es muy diferente. Los españoles tenemos carácter, y solo nosotros nos conocemos de verdad. En muchos países nos tachan de ignorantes, de infelices y tenemos cientos de motes alrededor del mundo. Pero en realidad nadie sabe que nuestra personalidad es única y que no hay nadie como nostoros.
Hoy, en Postureo Español os traemos una recopilación de cosas que sólo entenderás si eres español o vives en España.
El chándal no sólo sirve para ir a correr o al gimnasio.
Nos encanta el chándal. Sobretodo los domingos, nuestro día de descanso. Ir a dar un paseo por la tarde para relajarnos, o ir al campo con los amigos para comernos una buena paella es una de las cosas que más nos gusta hacer. Y sí, también nos sentimos bien vistiendo con ropa de deporte sin que eso signifique ser un cani.
La frase “esto sólo pasa en España”.
Es la frase por excelencia cuando vemos algo que nos flipa. En España solo podía vender más libros que Mario Vargas Llosa nuestra queridísima Belén Esteban. Y en la lista de éxitos de Spotify en España no podía faltar nuestro DJ estrella: Paquirrín. ¡Si es que estas cosas solo pueden pasar en España!
A mediodía no se come a la carta, se come el “menú del día” a 9,95€.
Con su primero, su segundo, su postre, su pan y su bebida. Y el café, por supuesto. pero por si acaso preguntas al camarero.
Por muy raro que parezca, sólo en nuestro país se ven persianas.
Puede parecer una tontería, pero si viajas al extranjero es muy raro verlas. Como mucho, podrás encontrar cortinas o un estores. Lo mismo ocurre con la fregona, un objeto que encontramos en todos los hogares españoles, y que es poco frecuente encontrar en otras partes del mundo.
Los bares, cuanto más de “viejos”, más “auténticos”.
El típico bar español de barrio de toda la vida, donde te comes los mejores bocadillos del mundo. Ese bar con servilletas impermeables, que en lugar de limpiar ensucian más, y esa barra de chapa y aluminio rayada. La cañita, la ensaladilla rusa y la tortilla de patatas en la vitrina. Esos taburetes, esa barra, ese expositor, ese cartel azul… cuánto España en una sola foto…
En las colas del supermercado, si sólo llevas una cosa, tienes derecho a que te dejen pasar.
Y si no te dejan, te indignas y resoplas “uf, qué más le dará. ¡Egoísta, que sólo llevo una cosa y llevo el dinero justo y tú llevas el carro lleno!
Sobremesas que se extienden hasta la cena.
Por mucho que viajes, en ningún sitio verás hacer sobremesas de dos horas y media y que encima, cuando alguien se quiere marchar, salte uno de la mesa: “¿Pero te vas a ir ya? Joder, tómate otra cañita, ¿no?”. Y una caña lleva a otra y otra y al final decidís que se empalma con la cena. Cuando se hace, se hace bien joder.
Desayunar tostadas con tomate, aceite y sal es raro.
Nos llaman raros por desayunar tostadas con tomate, aceite y sal, y luego ellos se zampan un plato de huevos fritos con bacon. ¿Hola? Un buen café, o un tazón de leche con Colacao donde mojar las magdalenas es el mejor desayuno que te puedes tomar. Y si ya hablamos de los churros con chocolate ni te cuento… Pero oye, somos raros mire usted.
Hablamos alto. Muy muy alto.
Sí, hablamos gritando. Y lo peor es que no somos conscientes de ello. Si por algo puedes distinguir en el extranjero a un español, es por su forma de expresarse. El español se hace notar, dentro y fuera de España.
El fútbol puede con todo.
Todo. Si es necesario poner pantallas durante el banquete de boda, se ponen. Si hay que adelantar la vuelta del viaje de vacaciones para que la final no nos pille en pleno vuelo, se adelanta. Seremos justos y diremos que esto pasa también en la India con el críquet, en EEUU con el fútbol americano o en Star Wars con las carreras de vainas.
Insultarse entre colegas es muy común
No sólo no es ofensivo sino que además, indica un enorme grado de confianza: Capuyo o hijo de p*** se usan mucho entre amigos, y es que los españoles somos tan expresivos que a veces lo llevamos al extremo.
Cuando pides algo de beber y no te ponen algo de picar, te cabreas.
Pues sí, la caña + tapa es único de España. Aunque sea unas almendricas o unas aceitunas. Sólo en España puedes irte de cañas y a la misma vez comer con las tapas que te ponen. Luego están las típicas batallas entre comunidades a ver dónde se sirven las tapas más grandes, más ricas o más grasientas.
Besos y más besos.
Cuando llegas, cuando te vas, a tu familia, a los amigos, a las chicas que te acaban de presentar, a las que acabas de conocer esperando el metro (no es raro, después de 10 minutos de conversación aleatoria con una persona extraña, hacer un inciso y decir “por cierto, soy Fulanito” y atizarle dos besos). Esto choca mucho a los que vienen, y desde luego crea más de una situación divertida cuando se produce ese cruce del malagueño que va a dar los dos besos y la de Amsterdam que interpone la mano derecha entre ambos cuerpos con una mezcla de extrañeza (por el gesto del otro), y de vergüeza (porque se ha quedado sola con la mano).
Nuestro himno no tiene letra.
Ni falta que le hace. Eso sí, en los Mundiales se nos queda un poco corto eso del “lo,lo,lo,lo, lo,lo….”. Lo más parecido a un himno con letra, son las canciones que hacemos para nuestra selección, como la de este año por cierto.
¿Terminar la comida con un té o un poleo menta?
¿Pero qué narices? Vaya mariconada. En España las comidas grandes se terminan con un buen orujo o un aguardiente para que nos ayude con la digestión. Y si no tienes ganas de licores, un buen gintonic con sus rodajitas de pepino, porque los españoles somos muy del Postureo Español
Los puentes. Y hablo de los puentes buenos; los de vacaciones.
Los de “el martes es fiesta, así que me cojo libre el lunes, me pongo malo el viernes, y me voy a la playita los 5 días”. Así normal que cuando tenemos fiesta un jueves (juernes por cierto), nuestro índice de productividad cae en picado ya desde el miércoles por la tarde.
No sabemos bailar sevillanas.
No. Los españoles en general no sabemos bailar sevillanas. Sólo los andaluces (y no en todos sitios) las bailan. Al igual que no sabemos bailar la Jota. Y es que cuando estás en el extranjero y se dan cuenta de que eres español, las palabras claves son “FLAMENCO, SEVILLANA OLÉ OLÉ”. ¡¡Que no joder!!
Tomarse la penúltima.
Salir del curro a las 18:30 un jueves, irte a tomar unas cañas y “que te líen” hasta las 3 de la madrugada. Volver a casa borracho y pasarte el viernes entero jurándote que no volverás a salir entre semana. Afterwork lo llaman ahora. “Salir de tranquis” se llama ahora.
Si no eres de aquí no entenderás que se puede ser del Madrid y del Rayo, pero no del Sevilla y del Betis.
Sí del Espanyol y del Madrid pero no del Madrid y del Atleti.
La comida se empuja con el pan.
Y si no hay (que tiene delito), se empuja disimuladamente con el pulgar. En último caso, con el cuchillo.
Salir de fiesta a las 00:30
Cuando en medio Europa empiezan a plegar velas, aquí las niñas se están acicalando y los niños tirando de Axe. Cenar a las 21:30 y comer a las 15:00 son conceptos que fuera de nuestras fronteras se les hacen del todo incomprensibles. Casi tanto como para nosotros que un holandés o un canadiense estén preparando la cena a las 18:30. ¡¡Pero si esa es la hora de nuestra merienda!!